19 de septiembre de 2012

El móvil ya es una amenaza para el complejo industrial publicitario.

El equilibrio duradero que durante décadas ha sido cómplice de la industria publicitaria, el derecho a interrumpir, se está rompiendo. Por más que los medios siguen invirtiendo en contenidos con los que atraer audiencias y los anunciantes pagan por interrumpir la experiencia y llegar a esas audiencias, todo indica a que se está preparando la tormenta perfecta, con los dispositivos móviles dispuestos a desmantelar este viejo modelo.

El factor más importante de esta evolución es la rapidez con la que se está transformando todo. Los smartphones son la tecnología que ha crecido más rápido en toda la historia. Y la increíble adopción, con millones de personas capaces de conectarse a internet en tiempo real, está provocando que el comportamiento se transforme a un ritmo descomunal, convirtiendo a los dispositivos conectados en el primer medio de consumo de contenidos para un número cada vez mayor de usuarios.

Ya no funcionan las experiencias interruptivas. Y esto significa que anunciantes, medios y agencias tienen que adaptarse a este nuevo orden si no quieren desaparecer. Pero muchos, demasiados agentes de esta industria, lo están teniendo difícil a la hora de encontrar el camino más adecuado.

Mientras las redes sociales han desarrollado los llamados formatos “nativos” de publicidad, con los que los anunciantes pueden integrar sus mensajes en estructuras atractivas para los usuarios, las compañías de medios son incapaces de encontrar su comportamiento nativo en este nuevo orden.

Al mismo tiempo, para algunos esta monetización nativa es la evolución natural que exigen los nuevos comportamientos y las nuevas plataformas, una extensión de la publicidad digital más allá de la publicidad en display. Pero cuando se trata del marketing de contenidos, la cosa se complica. Y es exactamente en este punto donde el complejo industrial publicitario encuentra su verdadera amenaza.

Cuanto más tiempo inviertan los consumidores en contenidos en dispositivos móviles, los anunciantes tendrán más oportunidades para crear contenidos nativos con los que añadir valor a la experiencia. Y aquellas agencias y compañías de medios capaces de integrar, y no sobresaturar, estos medios serán las que logren tener éxito en la nueva era que se está inaugurando.

Mientras tanto, otros actores consideran la publicidad como un proceso automatizado dentro del orden digital. El problema es que si son incapaces de mirar más allá pronto empezarán a perder miles de millones en un esfuerzo inútil por competir con aquellos que creen asociaciones de contenidos y estrategias muy personalizadas con las que desarrollar su estrategia de monetización nativa.

Fuente: Marketing Directo punto com

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